domingo, 23 de septiembre de 2018

Breve historia de la imprenta



Los primeros en tratar de plasmar la información a través de herramientas fueron los chinos, en el año 593, cuando se reproducen por primera vez y de forma múltiple, dibujos y textos con la ayuda de caracteres de imprenta tallados en tablas de madera (xilografía).

Los caracteres móviles y, con ellos, la composición tipográfica, se deben al alquimista chino Pi Cheng (1040) y los signos que creó, correspondían a palabras completas. Se realizaban con arcilla sobre moldes en negativo y posteriormente se cocían. Una vez terminados se unían sobre un marco metálico componiendo frases, unidos todos con masa adhesiva, y se procedía a la impresión. Con la composición tipográfica surgió un modo de impresión mucho más rápido y flexible que la xilografía.

El inventor de la imprenta Johannes Gutenberg, creó moldes móviles de letras en plomo fundido llamados “tipos” (tipografía) ya que estos son más resistentes que los de madera. La fecha de dicho invento es el año 1450 y lo primero que imprimió fue un ejemplar de la Biblia que se conocería como “la Biblia de Gutenberg”.   A partir de su muerte, 1468, su invento se extendió paulatinamente por toda Europa, y permaneció prácticamente inalterable hasta principios del siglo XX. Este invento contribuyó a la rápida difusión de los libros, la cultura pudo llegar a todas las capas de la sociedad e hizo posible que hoy tengamos libre acceso a la información que necesitamos.
En 1904 la técnica de la litografía, y en general el mundo de la impresión, llega a su punto máximo con el desarrollo de la impresión en offset, utilizada en la actualidad.
Actualmente la autoedición, con la incorporación de los computadores a las múltiples facetas y etapas de la edición, ha supuesto una revolución de consecuencias impredecibles en este campo. Fuente: 

sábado, 15 de septiembre de 2018